Un prometedor comienzo para el Plan del Vida de Alto Esperanza del río Inuya

En septiembre, la comunidad Amahuaca Alto Esperanza del río Inuya se encaminó hacia el bienestar y desarrollo sostenible, al iniciar la fase de campo de su Plan de Vida. La iniciativa contó con el valioso soporte de la Federación Indígena Alto Río Inuya y Mapuya (FIARIM), el Ministerio de Cultura (MINCUL), y el Servicio de Areas Naturales Protegidas (SERNANP).

Miembros de la comunidad  junto al equipo técnico mostrando su calendario estacional de actividades productivas y económicas. 

Entre el 15 de septiembre y el 4 de octubre, se concretó la segunda etapa del Plan de Vida de la comunidad Alto Esperanza, el cual fue elaborado desde su cultura y cosmovisión indígena. El Plan busca perfeccionar su noción de bienestar y visión de futuro, así como sus prioridades de desarrollo, funcionamiento político interno y colaboración con actores a nivel local, regional, y nacional.

Mujeres participando en el grupo focal sobre historia de la comunidad.

La metodología propuesta por UAC, elaborada con la asesoría técnica de la Dirección de Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto Inicial (DACI) y la Dirección de Políticas Indígenas (DIN) del Ministerio de Cultura, incluye una secuencia de etapas. Durante la fase inicial, que tuvo lugar el año pasado, se explicaron los objetivos y la utilidad del Plan de Vida.

Durante la segunda etapa, que consistió en el autodiagnóstico comunal, se discutieron aspectos sobre la historia de la comunidad, economía, ambiente y territorio, servicios sociales y política. En esta actividad participaron miembros de todas las edades, quienes definieron el Plan de Vida como "Sharahi Jaa", un conjunto de deseos y valores que reflejan su ideal de bienestar, como mantener una buena salud, trabajar en la chacra, compartir los trabajos entre todos, asegurar la alimentación de mujeres y niños, entre otros.

Hombres elaborando el mapa de caza y pesca de la comunidad.

Entre las fortalezas identificadas se encuentran la minga y otras formas de apoyo mutuo, el uso de técnicas agroforestales ancestrales, la laboriosidad, la diversidad de los suelos y la abundancia de recursos silvestres. En cuanto a las necesidades, urge contar con un sistema de atención de salud intercultural, pues el número de personas fallecidas, especialmente bebés y niños, por enfermedades diarreicas agudas (EDA) es recurrente. También, apremia un servicio educativo bilingüe y un programa de alfabetización para adultos.

El achiote, potencialidad económica de Alto Esperanza

Este importante avance ha sido posible gracias a la asistencia financiera de la Universidad de Sussex. Finalmente, se agradece el acompañamiento técnico del Ministerio de Cultura, el Parque Nacional Alto Purús – SERNANP, y la colaboración de la Municipalidad Provincial de Atalaya y el Hospital Provincial de Atalaya.

Vista aérea de la CN Alto Esperanza, en la zona de la quebrada Shimbillo.

Vista aérea de Alto Esperanza en el asentamiento comunitario principal.

Juanita, sabia amahuaca, realizando diseños con huito.

Miembros de Alto Esperanza durante la asamblea comunal sobre su Plan de Vida.

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