La Carretera Nueva Italia - Puerto Breu, Yurúa

En agosto 2020, existía por lo menos 6 pistas clandestinas ilegales por la trocha propuesta como una carretera entre Nueva Italia y Puerto Breu, Yurúa.

Se ha planteado la construcción de una carretera para conectar la cuenca del río Yurúa y la localidad de Puerto Breu con la localidad de Nueva Italia en el río Ucayali. Los entusiastas promotores de este proyecto, que incluyen autoridades de la cuidad de Satipo, han visitado el Yurua para conversar sobre los grandes beneficios de la carretera a los miembros del 16 comunidades indigenas de la región. Sin embargo, existe mucha evidencia documentada de los impactos negativos a los bosques y las comunidades que traen las carreteras en la Amazonía sin un proceso de planificación adecuado. Por ejemplo, proveen fácil acceso para extractores ilegales como madereros y narcotraficantes que resulta no solo en la deforestación, pero la explotación y pobreza de la gente local.

Aumento de la deforestación a lo largo de los antiguos caminos forestales y la ruta propuesta de la autopista Nueva Italia-Puerto Breu (línea diagonal de abajo a la izquierda hacia arriba a la derecha) de junio de 2016 a septiembre de 2020. (Fuente: 2020, Planet Labs Inc. gracias a la Iniciativa  Internacional de Noruega sobre el Clima y los Bosques. Compilado por David Weiss, CEES, WFU.)

Aumento de la deforestación a lo largo de los antiguos caminos forestales y la ruta propuesta de la autopista Nueva Italia-Puerto Breu (línea diagonal de abajo a la izquierda hacia arriba a la derecha) de junio de 2016 a septiembre de 2020. (Fuente: 2020, Planet Labs Inc. gracias a la Iniciativa Internacional de Noruega sobre el Clima y los Bosques. Compilado por David Weiss, CEES, WFU.)

Carretera Interoceánica: Un Caso de Estudio

Cuando se planificaba el asfaltado de la carretera interoceánica en el tramo de Madre de Dios, mucho se habló y prometió sobre los grandes beneficios que este proyecto traería. Se resaltó la posibilidad de exportar nuestros productos al Brasil, e inclusive al mundo a través del Atlántico. Brasil nos vendería bienes y servicios más baratos y exportaría su producción a través de puertos peruanos por el Pacífico. Los promotores del proyecto aseveraban que por esa carretera pasarían entre 30 y 40 camiones diariamente moviendo productos y dinamizando la economía. Nada de eso ha sucedido. Al contrario, es considerada la carretera “más corrupta del mundo”, con el involucramiento de varias autoridades Peruanas incluyendo ex-presidentes en uno de los escándalos de corrupción más grandes de América del Sur.

El flujo de exportación de productos esperado no se ha dado. La mayoría de los pocos camiones que circulan llevan la madera que se depreda en la zona gracias a la carretera. Circulan docenas de combis al día, llevando y trayendo gente que se dedica a cortar bosque y quemarlo para hacer chacras. La migración de agricultores se ha intensificado y con ello el tráfico de terrenos y las invasiones. Supuestas asociaciones de agricultores, generalmente formadas por gente reclutada en los andes bajo la promesa de la prosperidad en la selva, toman terrenos y se asientan en lugares no aptos para ello. También se tiene el caso de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal que “colonizan la selva” deforestándola. Un grupo de ellos ha llegado a la zona de Iberia cerca a Iñapari entrando por concesiones forestales mal administradas y asentándose en el lugar, continuando con el ciclo de pérdida de bosque por efecto de la carretera.

La minería ilegal por la Interoceanica en Madre de Dios.

La minería ilegal por la Interoceanica en Madre de Dios.

Una carretera conecta Iñapari, Peru con la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Alto Purús.

Una carretera conecta Iñapari, Peru con la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Alto Purús.

Las carreteras crean caminos secundarios usados por agricultores ilegales.

Las carreteras crean caminos secundarios usados por agricultores ilegales.

Un aserradero entre Iñapari y el limite del Parque Nacional Alto Purús.

Un aserradero entre Iñapari y el limite del Parque Nacional Alto Purús.

La exportación peruana al Brasil no ha mejorado con la carretera Interoceánica. Aun así, hay quienes promueven la creación de nuevas carreteras hacia Brasil con el cuento de mejorar la exportación. Este es el caso de la carretera propuesta Nueva Italia – Puerto Breu que atravesaría una porción de territorio de selva virgen rodeada de áreas naturales protegidas como el Parque Nacional Alto Purús, la Reserva Indígena Murunahua y 16 comunidades indígenas. En la cuenca del río Yurúa, que incluye los afluentes Amonia, Huacapishtea, Breu y Beu, hay muy poca población, unas cuantas comunidades nativas que siempre han vivido del bosque y sus recursos, ni siquiera para justificar grandes inversiones en carreteras, ni la pérdida de los recursos naturales que conlleva su construcción.

Carreteras, Invasiones de Terrenos y el Narcotráfico

Invasiones de agricultores de la selva central en el rio Sepahua, bajo Urubamba, octubre 2019.

Hace unos 20 años el camino que llegaba de Satipo terminaba en la localidad de Puerto Ocopa. Desde allí se tomaban botes que en unas 4 ó 5 horas llegaban a la localidad de Atalaya bajando por el río Tambo. Este servicio de transporte fluvial funcionó por muchos años eficientemente. Pero los madereros decidieron construir un camino para sacar cómodamente la madera que se llevan. Así comenzó la construcción del camino hacia Atalaya, sin ninguna planificación oficial, sin estudios de factibilidad, sin estudios de impacto ambiental y social, sin permisos, sin pagos ni compensaciones, sin consulta a las comunidades nativas, un camino improvisado e ilegal.

Atalaya, antes un apacible pueblo de vida tranquila, hoy con la conexión por la carretera ha triplicado su tamaño, principalmente por la migración de agricultores pobres, y se ha convertido en una ciudad desordenada, insegura e insalubre. Su ubicación es estratégica, se localiza en la unión de los ríos Tambo y Urubamba formando el Ucayali. Desde aquí se tiene acceso a los territorios y recursos naturales de las comunidades indígenas asentadas en estos tres ríos y sus afluentes, las cuales ya están viéndose amenazadas por una avalancha de personas que buscan terrenos, sacan madera y producen drogas. Gente de la sierra de Junín, de Satipo y del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) ingresa por Atalaya y se dirige a cuencas y zonas remotas que son territorios de comunidades nativas y áreas con presencia de indígenas en aislamiento voluntario. Un estudio realizado en octubre 2019, encontró 73 chacras ilegales en el Río Sepahua, un afluente del Urubamba hechas por migrantes de VRAEM y Satipo. Según nuestros aliados, indígenas Amahuaca de la zona, la situación está mucho peor ahora.

Una familia de VRAEM llegando al Río Sepahua para abrir nuevas parcelas agrícolas. Muchos adquieren la tierra ilegalmente y, a menudo, para cultivar coca.

Una familia de VRAEM llegando al Río Sepahua para abrir nuevas parcelas agrícolas. Muchos adquieren la tierra ilegalmente y, a menudo, para cultivar coca.

Desde Atalaya se quiere conectar con la localidad de Bolognesi y Nueva Italia en el alto Ucayali para dirigir el camino hacia la frontera con Brasil. ¿Tiene sentido algo así? Contando con buenos ríos para circular y pudiendo desarrollar un transporte aéreo eficiente y a menor costo que una carretera (no solo el costo de construirla, sino también el costo ambiental y la pérdida de recursos naturales que genera), hay quienes insisten en promover este proyecto, sobretodo autoridades de regiones de la selva central. Resulta evidente que no lo hacen por mejorar la eficiencia del transporte, que a todas luces no es el caso, ni la integración, sino más bien por intereses personales y políticos.

En este contexto, la mayoría de la gente del Yurúa esta preocupada por los impactos de la carretera a sus recursos naturales, sus territorios, sus bosques, y su cultura.

La Solución: Una Población Local Consciente e Preparada

Nosotros en Conservación Alto Amazonas estamos colaborando con las asociaciones locales indígenas en varias actividades para fortalecer su posición frente a la carretera y promover un futuro sostenible para las comunidades del Yurua.

·      Conducir una campana de educación sobre impactos de carreteras en colaboración con la Asociación de Comunidades Nativas para el Desarrollo Integral del Yurúa Yono Sharakoiai, ACONADIYSH.

·      Fortalecer la vigilancia comunitaria en colaboración con la Asociación de la Concesión Comunal Yurúa, ACCY. Por ejemplo, un patrullaje en febrero 2021 encontró actividades ilegales en la zona de amortiguamiento de la Concesión Yurua.

·      Facilitar la planificación comunitaria e implementar proyectos de uso de recursos naturales para apoyar a las comunidades a prepararse para el futuro. Nuestro acuerdo con Dulce Gloria, la comunidad más grande del Yurúa, incluye el desarrollo de un plan de vida para guiar decisiones futuras y un proyecto de manejo sostenible de sus cochas.

·      Participar en el desarrollo de una estrategia de conservación para la región transfronteriza en colaboración con donantes, organizaciones y comunidades indígenas a ambos lados de la frontera.