Comunidades liberan más de 2,000 taricayas y charapas en el Yurúa para proteger el equilibrio del río y del bosque
Liberación de crías de taricaya, con participación de la comunidad indígena y el acompañamiento del PNAPU y UAC.
A través de la Alianza de Conservación, comunidades amazónicas lideran acciones de preservación que aseguran el repoblamiento de especies clave para la salud del ecosistema.
La Alianza de Conservación está conformada por organizaciones indígenas y aliados institucionales que trabajan de manera articulada para fortalecer la gestión territorial y la conservación del Yurúa. La integran: ACONADIYSH (Asociación de Comunidades Nativas para el Desarrollo Integral del Yurúa – Yono Sharakoiai), ACCY (Asociación de Conservación Comunal Yurúa), AACAPY (Asociación Ambiental del Pueblo Asheninka Pocharipankoky Pikiyako Yurúa), el Parque Nacional Alto Purús (PNAPU) y Conservación Alto Amazonas (UAC). Esta alianza impulsa acciones coordinadas de monitoreo, manejo sostenible y protección de especies y ecosistemas clave en la cuenca del Yurúa.
Entre octubre y noviembre de 2025, las comunidades nativas Sawawo, Nueva Bella, Nueva Vida y Dulce Gloria —junto a sus anexos Nuevo Edén y Selva Virgen— liberaron un total de 2,018 crías de taricaya y charapa como parte de sus estrategias de conservación y manejo sostenible de quelonios acuáticos. Estas acciones forman parte de un trabajo articulado con el Parque Nacional Alto Purús (PNAPU), la Conservación Alto Amazonas (UAC) y la Fundación Frankfurt Zoological Society (FZS), con enfoque de sostenibilidad y participación comunitaria.
Recolección cuidadosa de huevos de charapa (Podocnemis expansa) durante el monitoreo comunitario.
La liberación de taricayas (Podocnemis unifilis) y charapas (Podocnemis expansa) es fundamental para el equilibrio ecológico del bosque amazónico. Estas especies no solo contribuyen a la dispersión de semillas y la regeneración del bosque, sino que también fortalecen la estabilidad de las cadenas tróficas y la dinámica de los ríos.
“El repoblamiento de taricayas y charapas es la evidencia más clara de que la conservación es exitosa cuando se ejerce una custodia compartida”, destacó Ayisela Suaña, guardaparque del Parque Nacional Alto Purús (PNAPU).
Este año, el compromiso de las comunidades ha sido fundamental. En total, se liberaron 1,914 taricayas y 104 charapas, con eventos simultáneos en piscigranjas comunitarias y en ríos como el Yurúa y el Huacapishtea. Estas acciones fueron posibles gracias a la capacitación previa de los grupos de manejo, al monitoreo constante de playas, la recolección cuidadosa de huevos, la protección frente a depredadores y el acompañamiento técnico brindado por el PNAPU y UAC.
“Desde UAC brindamos asistencia técnica, apoyo financiero y acompañamiento estratégico para fortalecer estos procesos de conservación comunitaria. Pero lo más importante es el compromiso de las comunidades que cuidan estas especies y el territorio”, señaló Bryan Vilcatoma, Coordinador de Campo – Yurúa.
Detalle del manejo cuidadoso de huevos de taricaya (Podocnemis unifilis) durante el monitoreo comunitario.